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  • 03/03/2021 - 11:22  

    Verde que te quiero Kale. Por la dra. Cristina Ruano

    El kale es un vegetal perteneciente a la familia de las crucíferas: Coliflor, coles, brocóli, etcétera; por lo que todas ellas comparten un perfil nutricional y de atributos benefiosos para la salud, bastante similar. 

    Entre las propiedades de esta planta de moda, además de su bajo valor calórico ya que posee una elevada proporción de agua en su composición, destaca su gran contenido en minerales. Posee calcio, hierro —en altas proporciones—, magnesio, potasio y zinc, además de un alto contenido de proteínas de origen vegetal de aproximadamente 10% y alrededor de 3% de fibra.

    CRISTINA

    La absorción, y por tanto la disponibilidad del calcio presente en el kale es buena. Por ello, resulta una excelente alternativa cuando no consumimos lácteos u otros alimentos de origen animal ricos en este imprescindible mineral.  

    También es una buena fuente de hierro de origen vegetal, aunque al contrario de lo que ocurre con el calcio, la biodisponibilidad del hierro que contiene, es limitada. Sin embargo, podemos incrementar su absorción en el organismo combinando su ingesta con alimentos ricos en vitamina C (que el propio kale también contiene). Como bien saben los seguidores de Locos por la Gastronomía, el hierro y la vitamina C nos ayudan a prevenir anemias de origen nutricional.

    Los estudios sobre su contenido en vitaminas concluyen que la más abundante en esta crucífera, es la vitamina C, por lo que se le asocia un enorme poder antioxidante. Además, se observó la presencia de otras vitaminas como E, A y K.

    Por su riqueza en fibra y en proteínas, y por su bajo aporte energético, el kale resulta un alimento muy aconsejable para saciar el organismo en dietas para perder peso, para mejorar el tránsito intestinal, y como coadyuvante para reducir los factores de riesgo cardiovascular. Pero también lo es para deportistas dada su riqueza en minerales y vitaminas con poder antioxidante que pueden ayudar a reponer electrolitos perdidos tras el esfuerzo.

    Por último, hay que mencionar a los glucosinolatos, unos compuestos sulfurados presentes en esta berza, que poseen unos potentes efectos antioxidantes que reducen la absorción de lípidos y, de los que se están estudiando sus propiedades para prevenir enfermedades degenerativas.

    El kale lo podemos utilizar en las ensaladas, en potajes u otros platos de cuchara porque no pierde sus propiedades con la cocción. Ahora bien, si no lo encontráramos en el mercado, o por cualquier motivo los precios nos parecieran inadecuados, podemos usar cualquier otra crucífera ya que toda esta familia aporta, igualmente, grandes beneficios nutricionales.

     

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    Dra. Cristina Ruano Rodríguez
    Especialista en comunicación y educación nutricional
    Twitter: @cristinaruanoR
    Instagram: @cristinaruanor    

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